La idea de que los poetas, como los profetas, son simplemente vehículo o mediums de una voz divina que habla a través d e ellos es un concepto muy arraigado. Un ejemplo parece ser William Blake, cuando escribía sus grandes profecías poéticas.
Milton, el famoso poeta romántico, dijo una vez con desconcertantes sinceridad;"Acabo de escribir un poema al dictado, doce o a veces veinte o treinta versos a la vez, sin premeditación, e incluso contra mi voluntad".
Para los antiguos bardos celtas o para los primeros griegos, que adoraban a Apolo y a las Musas como fuentes de inspiración musical y literaria, la voz divina era un hecho. Además, a los jóvenes griegos, se les enseñaban las reglas de la armonía, la métrica y la composición, pero la capacidad de escribir poesía siguió siendo vista como un don divino. A quienes negaban el "mandato superior" y afirmaban que todo era debido a su propio talento, se les recordaba la leyenda de Tahmyrtis, un bardo de Tracia que, después de presumir ser igual a las Musas, se quedó ciego, mudo y privado de su capacidad para tocar la lira.
Las Musas eran originalmente las ninfas que presidían los manantiales sagrados, cuyas aguas se decía que tenían propiedades inspiradoras.
El manantial Pierio, próximo al Monte Olimpo, siguió siendo el principal lugar para su adoración, incluso después de la creación de las diosas.
Cada una de las nueve Musas tenía su territorio particular y entre ellas cubrían las cuatro ramas principales de la poesía: épica, lírica, sacra y erótica; además de la música, la historia, la tragedia, la comedia y la danza.
La palabra "inspiración" significa literalmente "respirar hacia adentro". Es un concepto que se encuentra en muchas culturas, además de darse en la tradición grecorromana, de la cual se deriva la idea occidental.
Los maoríes de Nueva Zelanda afirman que los dioses revelan su presencia a través de un viento místico, y religiones de todo el mundo sostienen que el hombre puede ser inspirado mediante diversas formas de posesión, cuando un espíritu o un dios entra en su cuerpo. La religión cristiana no es ninguna excepción.
Desde el día de Pentecostés, en que el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en forma de "lenguas de fuego", hasta la poesía devota de los místicos del siglo XVI español Santa Teresa y San Juan de la Cruz, la historia de la iglesia está llena de ejemplos de escritos inspirados.
Al margen de sus opiniones religiosas, la mayoría de los escritores europeos nunca ha abandonado la idea de la inspiración o la imagen de las Musas. Pocos escritores irían tan lejos como William Blake y afirmarían que sus trabajos les han sido dictados por los ángeles. Sin embargo, casi todos los escritores admiten que tienen momentos de inspiración en el que un verso, una imagen o una idea "les vienen" de fuera.
Los novelistas tienen períodos de intensa creatividad, en los cuales se sienten "poseídos". George Eliot dijo que, cuando escribía, algún espíritu, que "no era el propio", se imponía a su personalidad normal de cada día. Otros novelistas, han descrito cómo sus personajes tienen vida propia. Pocos autores han desarrollado y vivido este sentimiento como Miguel de Unamuno, que en sus novelas llegó a dialogar con sus personajes. ¿Qué hay en los grandes escritores que les permite utilizar palabras, recuerdos, imágenes y sentimientos para crear algo original y rico en contenido? La respuesta más simple es "genio", pero, ¿qué quiere decir esto? La traducción literal de la palabra latina es "creador" o "engendrador". El genio de un hombre es el espíritu que lo trajo al mundo y lo acompañó durante todas su vida, tratando de influenciar de manera benéfica su destino.
La palabra no se empezó a usar en el sentido actual de "tener genio" o "ser un genio" hasta el siglo XVIII. Desde entonces, la gente que ha intentado definir el genio lo ha visto como un estado anormal de la mente, próximo a la locura, o lo ha descalificado al definirlo como "un uno por ciento de inspiración y un 99 por ciento de transpiración".
El genio evidentemente toma muchas formas. Su manifestación más milagrosa es cuando se manifiesta en un niño prodigio. La música, las matemáticas y el ajedrez son los campos en que los jóvenes prodigios resultan más comunes quizá debido a que se trata de campos abstractos, con sus propias reglas y lógica. La precocidad de Mozar, que empezó a componer a la edad de cuatro años, dió recitales a los cinco, hizo una gira por Europa a los seis y tuvo conjuntos de sontas publicados a los siete, es el ejemplo mejor conocido, porque su genio maduro no desmintió la promesa inicial.
Sin embargo, como coinciden en señalar los sociólogos, la masificación de la cultura hace que cada vez sea más difícil el surgimiento de estos niños prodigio, sobre todo en el terreno del arte.
En el ámbito de la ciencia, en cambio, donde los gustos masivos y las modas prácticamente no inciden, es más probable el descubrimiento de niños geniales. La influencia astral nunca deja de interrelacionarse con las circunstancias sociales concretas.
Niños autistas
En el pasado, la palabra "autismo" se empleó para describir cualquier tipo de conducta retraída; actualmente se aplica a un desorden mental muy específico. El síntoma más notable de los niños autistas consiste en que parecen estar desconectados del mundo exterior y tienen una gran dificultad para aprender a hablar. Por razones que aún no se comprenden, su percepción del mundo es incompleta; tienen una idea muy limitada de sí mismos y de los demás, lo que les hace casi imposible establecer una relación emocional. Normalmente se desarrollan con un serio retraso respecto a la media normal, pero tienen algunos "islote de capacidad", habilidades que dominan tan bien como cualquier otro, y algunos poseen dones excepcionales.
Éstos incluyen a menudo hazañas de memoria prodigiosas o rapidez de cálculo. Una capacidad que hay en diferentes individuos es la de dar el día correcto de la semana para cualquier fecha -del pasado o del futuro lejano- tras apenas un momento de vacilación. Las persona que pueden hacer esto son incapaces de decir hasta que punto su capacidad se debe a la memoria o al cálculo; simplemente "lo saben".
En Londres, un muchacho sorprendió a artistas y arquitectos con sus dibujos de memoria de los detalles lo más notable; los dibujos estaban hechos con un sentido de la línea y la perspectiva que muy pocos profesionales podrían emular.
Otro campo en el que quienes sufren de autismo han demostrado una fenomenal memoria "fotográfica" es el de la música, y algunos son capaces de reproducir cualquier pieza al piano después de oírla una sola vez.
Stephen Wiltshire posee un raro talento: después de estudiar un edificio durante unos pocos minutos, puede hacer un dibujo detallado que impresiona a arquitectos profesionales.
VOCES
Algunas personas afirman que reciben inspiración para su trabajo a partir de voces de ultratumba. Esta guía puede venir de personas conocidas que han muerto, o de personas totalmente desconocidas que murieron hace muchos años.
El fenómeno se manifiesta a través del arte, la música o la literatura, y se denomina "automatismo". En cada caso, la persona parece estar poseída por el espíritu del muerto para escribir dibujar o tocar un instrumento con un estilo particular.
El famoso Matthew Manning, que fue verdadero centro de mucha actividad poltergeist desde temprana edad, se dió cuenta de que podía escribir y dibujar bajo la guía de otra persona cuando tenía 16 años. Incluso se halló escribiendo en caracteres que ignoraba, como los del griego y del árabe, y pintando en los estilos de Goya y Picasso.
Los tests realizado con Manning parecen sugerir que había dirigido sus energías poltergeist hacia fines más creativos. A veces, la inspiración tomaba una forma práctica. En una ocasión afirmó que su abuelo le había dado el nombre del caballo ganador del Grand National, Red Rum, a través de la escritura automática.
Una escritora automático tuvo una carrera literaria de éxito. Se trata de Pearl Curran, de Saint Louis, EE.UU,. que afirmó estar en contacto con Patience Worth, una joven cuáquera que emigró a Ámerica en el siglo XVII. Patience murió a manos de los indios y aparentemente contacto con Curran a través de un tablero ouija en 1913 mediante escritura automática.
Milton, el famoso poeta romántico, dijo una vez con desconcertantes sinceridad;"Acabo de escribir un poema al dictado, doce o a veces veinte o treinta versos a la vez, sin premeditación, e incluso contra mi voluntad".
Para los antiguos bardos celtas o para los primeros griegos, que adoraban a Apolo y a las Musas como fuentes de inspiración musical y literaria, la voz divina era un hecho. Además, a los jóvenes griegos, se les enseñaban las reglas de la armonía, la métrica y la composición, pero la capacidad de escribir poesía siguió siendo vista como un don divino. A quienes negaban el "mandato superior" y afirmaban que todo era debido a su propio talento, se les recordaba la leyenda de Tahmyrtis, un bardo de Tracia que, después de presumir ser igual a las Musas, se quedó ciego, mudo y privado de su capacidad para tocar la lira.
Las Musas eran originalmente las ninfas que presidían los manantiales sagrados, cuyas aguas se decía que tenían propiedades inspiradoras.
El manantial Pierio, próximo al Monte Olimpo, siguió siendo el principal lugar para su adoración, incluso después de la creación de las diosas.
Cada una de las nueve Musas tenía su territorio particular y entre ellas cubrían las cuatro ramas principales de la poesía: épica, lírica, sacra y erótica; además de la música, la historia, la tragedia, la comedia y la danza.
La palabra "inspiración" significa literalmente "respirar hacia adentro". Es un concepto que se encuentra en muchas culturas, además de darse en la tradición grecorromana, de la cual se deriva la idea occidental.
Los maoríes de Nueva Zelanda afirman que los dioses revelan su presencia a través de un viento místico, y religiones de todo el mundo sostienen que el hombre puede ser inspirado mediante diversas formas de posesión, cuando un espíritu o un dios entra en su cuerpo. La religión cristiana no es ninguna excepción.
Desde el día de Pentecostés, en que el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en forma de "lenguas de fuego", hasta la poesía devota de los místicos del siglo XVI español Santa Teresa y San Juan de la Cruz, la historia de la iglesia está llena de ejemplos de escritos inspirados.
Al margen de sus opiniones religiosas, la mayoría de los escritores europeos nunca ha abandonado la idea de la inspiración o la imagen de las Musas. Pocos escritores irían tan lejos como William Blake y afirmarían que sus trabajos les han sido dictados por los ángeles. Sin embargo, casi todos los escritores admiten que tienen momentos de inspiración en el que un verso, una imagen o una idea "les vienen" de fuera.
Los novelistas tienen períodos de intensa creatividad, en los cuales se sienten "poseídos". George Eliot dijo que, cuando escribía, algún espíritu, que "no era el propio", se imponía a su personalidad normal de cada día. Otros novelistas, han descrito cómo sus personajes tienen vida propia. Pocos autores han desarrollado y vivido este sentimiento como Miguel de Unamuno, que en sus novelas llegó a dialogar con sus personajes. ¿Qué hay en los grandes escritores que les permite utilizar palabras, recuerdos, imágenes y sentimientos para crear algo original y rico en contenido? La respuesta más simple es "genio", pero, ¿qué quiere decir esto? La traducción literal de la palabra latina es "creador" o "engendrador". El genio de un hombre es el espíritu que lo trajo al mundo y lo acompañó durante todas su vida, tratando de influenciar de manera benéfica su destino.
La palabra no se empezó a usar en el sentido actual de "tener genio" o "ser un genio" hasta el siglo XVIII. Desde entonces, la gente que ha intentado definir el genio lo ha visto como un estado anormal de la mente, próximo a la locura, o lo ha descalificado al definirlo como "un uno por ciento de inspiración y un 99 por ciento de transpiración".
El genio evidentemente toma muchas formas. Su manifestación más milagrosa es cuando se manifiesta en un niño prodigio. La música, las matemáticas y el ajedrez son los campos en que los jóvenes prodigios resultan más comunes quizá debido a que se trata de campos abstractos, con sus propias reglas y lógica. La precocidad de Mozar, que empezó a componer a la edad de cuatro años, dió recitales a los cinco, hizo una gira por Europa a los seis y tuvo conjuntos de sontas publicados a los siete, es el ejemplo mejor conocido, porque su genio maduro no desmintió la promesa inicial.
Sin embargo, como coinciden en señalar los sociólogos, la masificación de la cultura hace que cada vez sea más difícil el surgimiento de estos niños prodigio, sobre todo en el terreno del arte.
En el ámbito de la ciencia, en cambio, donde los gustos masivos y las modas prácticamente no inciden, es más probable el descubrimiento de niños geniales. La influencia astral nunca deja de interrelacionarse con las circunstancias sociales concretas.
Niños autistas
En el pasado, la palabra "autismo" se empleó para describir cualquier tipo de conducta retraída; actualmente se aplica a un desorden mental muy específico. El síntoma más notable de los niños autistas consiste en que parecen estar desconectados del mundo exterior y tienen una gran dificultad para aprender a hablar. Por razones que aún no se comprenden, su percepción del mundo es incompleta; tienen una idea muy limitada de sí mismos y de los demás, lo que les hace casi imposible establecer una relación emocional. Normalmente se desarrollan con un serio retraso respecto a la media normal, pero tienen algunos "islote de capacidad", habilidades que dominan tan bien como cualquier otro, y algunos poseen dones excepcionales.
Éstos incluyen a menudo hazañas de memoria prodigiosas o rapidez de cálculo. Una capacidad que hay en diferentes individuos es la de dar el día correcto de la semana para cualquier fecha -del pasado o del futuro lejano- tras apenas un momento de vacilación. Las persona que pueden hacer esto son incapaces de decir hasta que punto su capacidad se debe a la memoria o al cálculo; simplemente "lo saben".
En Londres, un muchacho sorprendió a artistas y arquitectos con sus dibujos de memoria de los detalles lo más notable; los dibujos estaban hechos con un sentido de la línea y la perspectiva que muy pocos profesionales podrían emular.
Otro campo en el que quienes sufren de autismo han demostrado una fenomenal memoria "fotográfica" es el de la música, y algunos son capaces de reproducir cualquier pieza al piano después de oírla una sola vez.
Stephen Wiltshire posee un raro talento: después de estudiar un edificio durante unos pocos minutos, puede hacer un dibujo detallado que impresiona a arquitectos profesionales.
VOCES
Algunas personas afirman que reciben inspiración para su trabajo a partir de voces de ultratumba. Esta guía puede venir de personas conocidas que han muerto, o de personas totalmente desconocidas que murieron hace muchos años.
El fenómeno se manifiesta a través del arte, la música o la literatura, y se denomina "automatismo". En cada caso, la persona parece estar poseída por el espíritu del muerto para escribir dibujar o tocar un instrumento con un estilo particular.
El famoso Matthew Manning, que fue verdadero centro de mucha actividad poltergeist desde temprana edad, se dió cuenta de que podía escribir y dibujar bajo la guía de otra persona cuando tenía 16 años. Incluso se halló escribiendo en caracteres que ignoraba, como los del griego y del árabe, y pintando en los estilos de Goya y Picasso.
Los tests realizado con Manning parecen sugerir que había dirigido sus energías poltergeist hacia fines más creativos. A veces, la inspiración tomaba una forma práctica. En una ocasión afirmó que su abuelo le había dado el nombre del caballo ganador del Grand National, Red Rum, a través de la escritura automática.
Una escritora automático tuvo una carrera literaria de éxito. Se trata de Pearl Curran, de Saint Louis, EE.UU,. que afirmó estar en contacto con Patience Worth, una joven cuáquera que emigró a Ámerica en el siglo XVII. Patience murió a manos de los indios y aparentemente contacto con Curran a través de un tablero ouija en 1913 mediante escritura automática.
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